La peregrinación mortal de Adela
La mujer de 39 años que se convirtió en la primera víctima mortal de la epidemia de gripe porcina en México pasó al menos los últimos ocho días de su vida en un peregrinar de clínica en clínica para conocer qué afectaba a su salud, pero los médicos no fueron capaces de hacer un diagnóstico adecuado. Adela María Gutiérrez Cruz, natural del sureño estado de Oaxaca, murió poco después de ser admitida como un caso de emergencia en un hospital. El virus que causó su muerte fue identificado diez días después.
La mujer, que trabajaba como registradora de censos en la ciudad de Oaxaca, enfermó el 4 de abril de lo que a ella le pareció un caso severo de neumonía, pero no fue admitida en el hospital hasta el 12 de abril. «Acudió a distintos servicios médicos privados, en donde le hicieron distintos diagnósticos e indicaron distintos tratamientos», dijo a la prensa el jefe del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica, Miguel Ángel Lezama.
«Sin embargo, el cuadro siguió avanzando, se agravó, llegó al hospital a través de servicios de emergencia el día 12 y falleció al día siguiente», explicó. Las autoridades, que no quisieron difundir su nombre pese a lo cual ha trascendido, aún se encuentran tratando de entender cómo brotó la enfermedad.
La atención se ha enfocado en un pueblo del estado de Veracruz, cercano a una granja porcina de gran tamaño, en el que se confirmó otro caso de la influenza. No obstante, Lezama dijo que la presencia de genes de virus de gripe porcina euroasiática en el virus H1N1 hace poco probable que el mal se haya originado en una granja mexicana
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